martes, 28 de febrero de 2012

Pastel de tiramisú

Esta tarta con sabor a tiramisú, es una verdadera delicia para el paladar.
El secreto, es hacer una crema con el queso mascarpone y que sea lo bastante consistente, para después poder montar la tarta sin que se nos desparrame.
Ya sabéis que la base del tiramisú es el café, el cacao, el queso mascarpone y bizcochos sequillos.
Lo que os explico es una adaptación mía para poderlo hacer en tarta y respetando los ingredientes básicos. Espero que os guste.

Pastel de tiramisú.

Ingredientes para el bizcocho:

250g.   Harina.
250g.   Azúcar.
  60ml. Aceite
120g.   Yogourt natural.
    4u.   Huevo.
  16g.   Levadura química.
    1      Cucharadita de postre de café soluble.

Ingredientes para relleno y decoración:

1/2 l.   Leche entera.
150g.  Azúcar.
  40g.  Harina de maíz.
    4u.  Yemas de huevo.
    4 gotas de colorante rojo.
Con esto haremos una crema pastelera.

500g.    Queso mascarpone.
500ml.  Nata para montar.
    1 taza de café espresso.
    1 copa de licor amaretto (puede ser tía María).
3 ó 4 cucharadas soperas de cacao en polvo.


Con los ingredientes que os he puesto para el bizcocho, procederemos con el procedimiento habitual para montar bizcocho, añadiendo con la harina el café soluble.

El horneado del bizcocho será de 180ºC unos treinta y cinco o cuarenta minutos aproximadamente.



Cuando el bizcocho este bien frío, lo cortaremos en tres capas.


Mientras tanto habremos hecho la crema de mascarpone, mezclando la crema pastelera que os he indicado en los ingredientes, con el queso y un poco de licor (a gusto).


Ahora empezaremos a bañar todas las capas del bizcocho con el café espresso, al que le habremos añadido un chorrito de licor.


Una vez bañado, le espolvorearemos un poco de cacao por encima a todas las capas.


Ahora ya podemos empezar a cubrir con la crema las capas de bizcocho, ayudándonos de la paletina.




Iremos superponiendo todas las capas y en la última espolvorearemos cacao por encima de la crema.



El siguiente paso sería ponerlo en la nevera para que se enfrié y tome consistencia. Mientras se enfría montaremos la nata, para después decorarlo con rizos laterales.


Lo completaremos con rosetones de nata alrededor de la base superior.


Este es el magnífico corte que nos resltará.






















































































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